Un juicio sucesorio inmobiliario es un procedimiento jurídico que se inicia tras el fallecimiento de una persona para gestionar y repartir sus propiedades inmobiliarias a los herederos. Este procedimiento puede ser de dos clases:

Juicio sucesorio inmobiliario

  1. Sucesión Testamentaria: Ocurre cuando el difunto dejó un testamento válido en presencia de un notario público. En este escenario, se respeta la última voluntad del testador para la repartición de las propiedades.

  2. Sucesión Intestamentaria: Se efectúa cuando el difunto no dejó un testamento. En este escenario, la ley dicta la repartición de las propiedades entre los posibles herederos.

  1. Presentación del testamento y nombramiento del albacea: El testamento se presenta ante el tribunal correspondiente para confirmar su autenticidad y validez. Posteriormente, se designa a un albacea, que es la persona elegida por el testador para gestionar el patrimonio.

  2. Inventario y valoración de las propiedades: Se recoge información detallada sobre las propiedades y se establece su valor económico actual.

  3. Notificación a los herederos y acreedores: Una vez finalizado el inventario y la valoración, se notifica a los herederos y beneficiarios mencionados en el testamento.

El procedimiento de un juicio sucesorio inmobiliario normalmente incluye varias fases: