Un juicio de obra nueva o peligrosa, también referido como interdicto, es un proceso legal que busca mantener o recuperar la posesión temporal de una propiedad, así como evitar riesgos y daños causados por una obra nueva o peligrosa.

Este tipo de juicio puede ser iniciado por el propietario o poseedor de un inmueble que se ve afectado por una obra nueva o una obra antigua que se ha convertido en peligrosa. El propósito es solicitar que la obra se detenga durante el proceso del juicio y, en la sentencia, se ordene su demolición.

Juicios de obra nueva o peligrosa

El proceso puede incluir la suspensión temporal de la obra si se trata de una obra nueva o peligrosa, y se pueden tomar las medidas necesarias para prevenir que el despojo se realice y, si es el caso, para restituirlo mientras se resuelve el asunto principal.