Un remate judicial es un mecanismo para la adquisición de bienes tangibles como propiedades, muebles, vehículos, entre otros; que han sido sujetos a un proceso legal y que, debido al incumplimiento de algún pago o cláusula por parte del antiguo propietario, un juez ordena su venta en público.

El proceso de un remate judicial en México generalmente sigue los pasos siguientes:

Remates judiciales

1. Publicación del Edicto: El juez ordena la publicación del edicto que convoca a licitadores para llevar a cabo la venta judicial del bien inmueble.

2. Avalúo de los bienes: Para poder sacar a remate los bienes embargados, se debe conocer el precio aproximado de los bienes para que sirvan de referencia en el remate. Para esto será necesaria la intervención de un perito valuador.

3. Convocatoria de Postores: Una vez que se tiene lista esta parte previa, el proceso indica que al remate se deben convocar postores de forma pública.

4. Las Almonedas en los Remates: Cada intento de remate se denomina almoneda. En la primera almoneda cuando no existen postores, se convocará a una segunda en la que existirá una reducción del precio del 10% usualmente y por consiguiente el monto de la postura legal se reduce.

5. Adjudicación por Remate: Cuando existe adjudicación por remate se denomina fincado. Fincado un remate a un postor, el juzgado requerirá el pago ofrecido por el postor y requerirá al ejecutado la firma y entrega de documentos de venta.